Bypass Gástrico en Y de Roux o Bypass Gástrico tradicional

El bypass gástrico Roux-en-Y (RYGB), comúnmente llamado simplemente “bypass gástrico”, es uno de los procedimientos bariátricos más populares en todo el mundo y ha sido considerado el “estándar de oro” de la cirugía bariátrica. El bypass gástrico se resalizó por primera vez en 1967 y se realizó como cirugía abierta durante varias décadas. Sin embargo, hoy en día, se realiza mediante laparoscopia.

El procedimiento quirúrgico consiste en dividir el estómago en dos cámaras. La cámara superior o reservorio es muy pequeña (aproximadamente 30 ce) y recibe la comida. La cámara inferior queda excluida y no recibe alimentos. El intestino delgado se divide y un extremo se conecta o anastomosa al reservorio gástrico. Se realiza una segunda conexión
(“anastomosis”) para conectar el estómago y el duodeno excluidos al intestino delgado. Esta conexión permite que los líquidos digestivos se encuentren con los alimentos ingeridos para permitir el procesado y absorción de nutrientes. La distancia entre las dos conexiones puede variar, pero generalmente es de 50 a 150 cm.

Una vez que se completa el procedimiento, los alimentos avanzan directamente desde la pequeña bolsa gástrica hasta el intestino delgado sin pasar por la porción inferior del estómago, el duodeno y el intestino delgado superior o yeyuno.

El bypass gástrico ayuda a perder peso mediante dos mecanismos: Restricción, ya que la pequeña bolsa limita la cantidad de comida que se puede comer. Malabsorción, puesto que la conexión entre el intestino delgado y la bolsa gástrica redirige el tránsito de alimentos directamente hacia el intestino delgado, disminuyendo su absorción. Además, dado que la comida no pasa por la porción desviada del estómago y el duodeno, se producen cambios metabólicos y hormonales que conducen a una reducción del apetito y una mayor sensación de saciedad.

Gracias a la cirugía de bypass, los pacientes pierden alrededor de un tercio de su peso corporal total, con un efecto durante los primeros dos años. Por lo general, posteriormente se recupera algo de peso, aunque la mayoría de los estudios sugieren que la mayoría de los pacientes mantendrá una pérdida de peso de alrededor del 25% después de 1 O años.

Además de la pérdida de peso, se produce una mejoría de las enfermedades relacionadas con la obesidad como la diabetes tipo 2, hipertensión, dislipidemia, síndrome metabólico, enfermedad del hígado graso y apnea obstructiva del sueño
(SAOS). Gran parte de los pacientes con diabetes tipo 2 experimentarán la normalización de sus niveles de azúcar en la sangre y dejarán de tomar todos sus medicamentos antidiabéticos.

A pesar de ser un procedimiento complejo, el riesgo de complicaciones postoperatorias es bajo. Sin embargo, el este procedimiento puede ocasionar deficiencias de vitaminas y minerales que incluyen hierro, vitamina B12, vitamina B1, calcio, zinc, vitamina D y ácido fólico. Por lo tanto, como con todos los procedimientos bariátricos con componentes malabsortivos, los pacientes que se someten a bypass gástrico requieren vigilancia de por vida y suplementos de vitaminas y minerales.